El gobierno de Estados Unidos se compromete a reformar el sistema alimentario nacional mediante la eliminación gradual de ocho colorantes artificiales para 2026, ampliando una prohibición previa del tinte Rojo 3 establecida por el expresidente Biden. Según el Dr. Martin A. Makary, comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), investigaciones recientes relacionan estos colorantes sintéticos con problemas de salud como TDAH, diabetes, cáncer, alteraciones genéticas y trastornos gastrointestinales. El senador Kennedy enmarcó esta iniciativa en el contexto de la salud pública, evocando una época pasada en que Estados Unidos disfrutaba de una población particularmente sana.

Peter Lurie, del Centro para la Ciencia en el Interés Público, destacó que ocho colorantes sintéticos derivados del petróleo son ampliamente utilizados en productos alimenticios como bebidas, dulces, cereales, salsas e incluso lácteos. Estos aditivos no aportan valor nutricional y su uso puede engañar a los consumidores al mejorar artificialmente la apariencia de los alimentos con fines comerciales.